Y seguimos con algunas reflexiones sobre el consumo de fruta, no sin antes hacer un resumen de lo que hemos comentado en el blog anterior (Si te perdiste la PARTE 1 de este post, pincha aquí para leerlo):

  • La fruta siempre de postre. No, no engorda.
  • Todas las frutas son bajas en calorías.
  • Se recomienda consumir 2-3 piezas al día.
  • El consumo de fruta fresca habitual y frecuente reduce la mortalidad prematura.
  • Los diabéticos pueden y deben comer fruta.
  • Es la mejor opción para picar entre horas: fácil de llevar, fácil de comprar.

Y seguimos…

  • LA FRUTA ES MUY VARIADA EN SABORES Y TEXTURAS, BUSCA LA TUYA.

“No me gusta la fruta”. Eso no es posible, lo que pasa que igual no las has probado todas o que restringes por algún motivo las que más te gustan. El grupo de las frutas es tan variopinto que hay para todos los gustos. Busca aquella que más te guste y repite varias veces al día si quieres.

Atrévete a hacer catas a ciegas con la familia para descubrir qué variedad te gusta más, por ejemplo, de manzanas o peras. Igual la manzana te parece aburrida porque no has encontrado la que a ti te gusta.

El truco está en COMPRAR varias veces a la semana para que siempre esté fresca y con buen aspecto, ponerla en un lugar bien visible para que la piques casi sin darte cuenta y llevar siempre una encima para el consumo de fruta.

 

  • ZUMOS, SMOTHIES, FRUTA SECA O MERMELADAS NO ES LO MISMO QUE FRUTA FRESCA.

El zumo de fruta, aunque sea natural, no es saludable ni recomendable. Tampoco los batidos de fruta, los purés, las compotas y mucho menos las mermeladas. La fruta desecada, en general, tampoco es recomendable.

Son varias las razones por las que no conviene abusar de su consumo, pero principalmente es porque la fruta fresca tiene azúcar intrínseco, es decir, se encuentra dentro de la matriz alimentaria y tiene un comportamiento metabólico saludable. Cuando hacemos un zumo o trituramos la fruta, el azúcar queda liberado de la matriz y pasa a ser “azúcar libre”, es decir, un tipo de azúcar que metabólicamente se comporta prácticamente igual que un azucarillo y por lo tanto no es saludable.

 

  • LA FRUTA ES MUY VERSÁTIL.

Si te agobias solo de pensar con comer 3 frutas al día, piensa que la fruta la puedes consumir de muchas otras formas. Por ejemplo:

  • En ensaladas: no hablamos solo de la manzana con la lechuga (que también), sino de los higos en una ensalada de tomate, las uvas en una ensalada de pasta, la pera con la rúcula, etc.
  • En las cremas de verduras: tan fácil como preguntárselo a Google y te aparecerán un montón de recetas como la crema de calabaza y naranja o la de calabacín y manzana.
  • En el bocadillo: de crema de cacahuete y rodajas de plátano, de queso crema con arándanos, o de manzana, aguacate y nueces.
  • En postres con glamour: carpaccio de piña con ralladura de lima, macedonias variadas, brochetas de fruta con chocolate negro, gelatina de fruta, membrillo al horno con canela y yogur, etc.

 

  • LA FRUTA NECESITA QUE LE DEDIQUES UN ESPACIO

“Me gusta la fruta, pero como poca” ¿Te suena? Hay muchos factores que intervienen en este factor como el hecho de que hay que comprarla a menudo, que se pone pocha y no nos apetece o que no la tenemos a mano cuando realmente nos apetece picar algo. Pero hay un hecho que influye mucho y queremos recalcar. A menos que seas un amante de la fruta, en cuyo caso no hace falta que le busques un espacio porque lo encuentras solo (¡maravilloso!), a veces hay que buscarlo un poco para el consumo de fruta.

Prueba esto: si cuando acabas de comer o cenar no te entra la fruta probablemente es que has comido de más. Es decir, si comes sano, en cantidad adecuada y despacio deberías notar que al acabar todavía te queda un hueco para el postre, es decir, necesitas comer una fruta para quedarte satisfecho.

Es habitual no comer postre porque nos hemos pasado con la ración de plato principal. A nosotras nos gusta decir que cuando notas que necesitas comer la fruta de postre para quedar satisfecho es una señal de que estas aprendiendo a comer en cantidades más adecuadas.

 

  • LO QUE NO COMES CUANDO COMES FRUTA.

Cada vez que comes fruta, estás dejando de comer (muy probablemente) un alimento menos saludable. Por ejemplo, cuando consumes fruta de postre estás dejando de comer un flan, una gelatina o un yogur azucarado. Cuando picas fruta en la oficina, estás dejando de comer tortitas de arroz, galletitas, chocolate, palitos de pipas y otros snacks que parecen saludables pero que NO lo son. Cuando compras un plátano en la frutería del barrio al salir de trabajar estás evitando comprar el cruasancito o el donut en la panadería. Y cuando picas unas uvas mientras cocinas, estas evitando el trocito de fuet o de queso previo a la cena.

Es decir, uno de los mayores beneficios del consumo frecuente de fruta es la reducción del consumo de alimentos malsanos que están demasiado presentes en nuestro día a día.

 

  • A VECES NECESITO AZÚCAR… ¡PUES COME FRUTA MERY!

No nos engañemos, a veces el cuerpo te pide guarrear o comer chocolate directamente y en ese caso claro que podemos hacer una excepción. Sin embargo muchas, muchas veces, el cuerpo nos pide simplemente algo dulce y ahí es donde puedes y debes pensar en la fruta.

“A veces el cuerpo me pide azúcar” ¡Pues dale en forma de fruta fresca!

Come fruta sin miedo. Come plátanos sin miedo, uvas, peras, caquis, sandía, melón…no te cortes. Saciarán tus ganas de azúcar, disfrutarás comiendo y vas a mejorar tu salud.

 

ESPERAMOS HABERTE CONVENCIDO PARA QUE CONSUMAS MÁS FRUTA FRECA Y ENTERA . Y si no lo hemos hecho, mándanos tus dudas e intentaremos resolverlas. ¡Gracias por leer Think’Eaters!

 

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