El espárrago, esta hortaliza con sabor tan característico, es el tallo tierno de la esparraguera. Su componente principal es agua, que supera el 90% de su composición. El resto se completa con hidratos de carbono, proteína y fibra.
Es un alimento bajo en calorías y grasas además de también ser bajo en sal. A su vez, es una fuente de vitaminas antioxidantes (C y E), de ácido fólico (B9) y de niacina (B3). Los minerales que más contiene son el potasio y el azufre.
Gracias a su composición, los espárragos tienen múltiples beneficios para la salud. Tienen un gran efecto diurético y su riqueza en fibra hace que sean buenos para el microbiota intestinal.
Su color verde es debido a la clorofila, una substancia con propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Aun así, tiene que regularse y controlarse en personas que tienen elevado el ácido úrico.
LOS TIPOS DE ESPÁRRAGOS
Existen tres tipos de espárragos: los blancos, los verdes y los silvestres.
- Los blancos son de distinto color porque crecen bajo suelo y no les toca el sol. Son más dulces y tiernos, pero no contienen tantos antioxidantes como el resto.
- Los espárragos verdes son los de cultivo de temporada (mayo y junio) y se caracterizan por su aroma y sabor más intentos y una textura más carnosa que los blancos.
- Los Silvestres o “trigueros” son más largos y delgados y pueden recogerse durante la primavera en bosques de clima mediterráneo.
PEQUEÑO RECETARIO DEL ESPÁRRAGO
Ahora que hemos visto todos sus beneficios y los tipos que hay, queremos animaros a introducirlos en vuestra dieta con estas recetas:
Tortilla de espárragos:
Para esta receta necesitamos: un manojo de espárragos verdes no muy gruesos o trigueros y 3/4 huevos. Si es de vuestro gusto, podéis incluir ajos o ajos tiernos para dar un toque especial al sabor de la tortilla.
Y a partir de aquí es muy fácil, solo tenemos que cortar la parte más dura del espárrago, limpiarlos y trocearlos. Los salteamos con un poco de aceite en una paella y cuando estén listos solo hay que mezclaros con los huevos batidos y hacer la tortilla.
Receta ideal para llevarse de táper.
Crema de espárragos verdes:
En esta receta vamos a necesitar uno o dos manojos de espárragos verdes, una patata pequeña, medio puerro, media cebolla y 800ml de agua o caldo de verduras.
Empezamos como en la receta anterior, limpiando y cortando los espárragos y reservamos las puntas de algunos para el emplatado. En una olla con un poco de aceite salteamos rápidamente las puntas de los espárragos y las reservamos. Seguidamente en la olla tiramos la cebolla y el puerro pelados y cortados a trocitos pequeños para pocharlos con un poco de aceite. Minutos después, añadimos la patata pelada y cortada a trocitos junto a los espárragos y lo dejamos cocinar unos minutos. Añadimos agua o caldo hasta cubrir las verduras y dejamos que hierva entre 15 y 20 minutos. Y ahora solo nos quedará triturarlo todo, rectificamos de sal y pimienta, lo emplatamos y decoramos con un chorro de aceite y las puntas de los espárragos que teníamos reservadas.
Espárragos blancos hervidos:
Para esta receta sólo necesitamos un manojo de espárragos blancos, sal y azúcar.
Limpiamos y cortamos los extremos más duros del espárrago, los secamos y con un pelador de patatas pelamos una capa fina de los espárragos. Cuando estén todos pelados los atamos con un hilo de cocina con las puntas hacia arriba. Mientras, ponemos una olla alta al fuego con dos cucharadas de sal y dos de azúcar, una vez hirviendo ponemos los espárragos de pie sin que el agua cubra las cabezas. Dejamos que se cocinen durante 20 minutos, según el grosor de los espárragos, y apagamos el fuego, los tumbamos dejando que se mojen las puntas y los dejamos reposar durante 5 minutos. Pasados los 5 minutos los retiramos y los escurrimos delicadamente y listos. Se pueden comer así con un podo de aceite o podéis preparar alguna vinagreta o salsa.
Ahora ya sabéis por dónde empezar a cocinar los espárragos. Y si os animáis podéis añadirlos en arroces y paellas que quedan fenomenal.