• Que se acabe el sedentarismo (o al menos intentarlo).

Si realmente fuéramos conscientes de los beneficios que tiene el ejercicio sobre nuestra salud tanto mental como física no dudaría ni un instante en dedicarle tiempo a diario.

De hecho, siempre decimos que si se descubriera un medicamento con tales beneficios se vendería a un precio desorbitado.

 

Para abandonar una vida sedentaria tampoco es necesario ir al gimnasio todos los días sino realizar más trayectos a pie, subir escaleras a menudo, no estar más de 2 horas seguidas sentado, hacer planes activos… en definitiva tener una vida activa.

 

En nuestro trabajo vemos constantemente cómo personas focalizan todos sus esfuerzos para perder peso en la comida y eso, a veces, conduce a resultados frustrantes precisamente por la falta de movimiento

 

  • Que reine el sentido común en nutrición.

  • Tomar agua con limón…no sirve de nada. https://www.elespanol.com/ciencia/salud/20180406/disparate-vaso-agua-limon-ayunas-radiografia-mito/297721146_0.html
  • Que algo sea vegano…no es sinónimo de mejor.
  • Sin lactosa…no es más sano ni adelgaza.
  • No te sienta mejor la dieta sin gluten…te sienta mejor la dieta sin pizza y otros fastfood.
  • Las hierbas…no queman grasa.
  • Los dulces sin azúcar añadido…engordan igual.
  • Un croissant integral…sigue siendo un croissant.

Y podríamos seguir y seguir y seguir…

 

  • Que dejemos de creer en los milagros.

A menudo buscamos la vía rápida con resultados rápidos: dietas milagro, pastillas, batidos …. Y a pesar de intentarlo muchas veces seguimos sin alcanzar el objetivo deseado porque eso nos despista de lo que realmente es efectivo.

¿Qué deseamos? Que la población empiece a comprender que el esfuerzo y la responsabilidad sobre sus decisiones y acciones son el único camino hacia un cambio de hábitos real y permanente.

 

  • Que el peso tenga menos peso.

El peso no define cómo comes ni cómo debes comer. Puedes comer sano sin tener un cuerpo delgado y puedes comer mal, muy mal, con un peso considerado “adecuado”.

El peso no define tu salud.

La alimentación infantil puede es otro claro ejemplo. Comer bollería es insana a cualquier edad y peso. Por lo tanto, los niños no deben comer bollería, aunque estén delgados (algo habitual en la etapa infantil).

 

  • Que se dedique más tiempo al autocuidado.

Tiempo para comprar alimentos frescos (para comer sano hay que comprar a menudo), tiempo para cocinar (menos comida para llevar), tiempo para pensar en el menú semanal, tiempo para caminar (realizar los trayectos a pie y no en coche, patinete, moto…), tiempo para hacer deporte (1 vez al mes no vale), tiempo para hacerme el tupper, tiempo para planificar (batch cooking)…

            La frase “No tengo tiempo” no es verdad. Tú eliges en qué lo gastas. El tiempo es un bien limitado, por tanto, escoger a qué lo dedicas depende de ti y de lo que quieres en tu vida.

 

FELICES FIESTAS SALUDABLES 

Aquesta web fa servir galetes “cookies” per oferir una millor experiència d’usuari. Si continua navegant, està donant el seu consentiment per l’acceptació de les mencionades galetes i la acceptació de la nostra política de galetes, cliqui l’enllaç per més informació.

ACEPTAR
Aviso de cookies
× Com et podem ajudar? Escriu-nos